Ultrasonidos
Inspección volumétrica de la presencia de defectos y anomalías estructurales de las vías
La técnica de los controles con ultrasonidos permite realizar una inspección volumétrica de los materiales, logrando definir el estado de integridad de piezas y componentes incluso en su interior, estableciendo la profundidad, la naturaleza, la extensión y la posición de eventuales discontinuidades y defectos. La operación se produce a través de una sonda de ultrasonidos o transductor que contiene un componente en concreto (cristal piezoeléctrico) capaz de transformar un impulso eléctrico en una vibración mecánica. El cristal genera ondas sonoras que se introducen en el componente que se debe controlar. El eventual eco reflejado o el eco de fondo son captados de nuevo por el transductor, que esta vez transforma la vibración, es decir, la energía mecánica en impulsos eléctricos. Estos, a través de un cable de conexión, se devuelven a un aparato que los amplifica y los hace visibles bajo forma de oscilograma transformado oportunamente en una pantalla de cristales líquidos o de plasma. En el ámbito ferroviario, el control con ultrasonidos también se produce a través de sistemas de ultrasonidos montados sobre ruedas que realizan el control de la integridad de las vías en movimiento (a una velocidad de algunas decenas de km/h) orientados a adquirir y a analizar en la fase dinámica y en tiempo real los datos relativos a la presencia de defectos y anomalías estructurales de las vías. En un segundo análisis, se revisan los puntos críticos detectados por el aparato sobre ruedas con instrumentos manuales.